martes, 22 de abril de 2008

Taller de Escritura de Novela Romántica (La Máquina China)

La Máquina China organizar el primer Taller de Escritura de Novela Romántica

ABIERTO PLAZO DE MATRICULACIÓN HASTA EL 30 DE MAYO http://www.lamaquinachina.com/aulas/

Plazo de matriculación desde el 21 de abril, al 30 de mayo.

Comenzará a impartirse el próximo 2 de junio, y va dirigido tanto a autoras y autores noveles como consagrados que quieran aprender las técnicas de escritura de la Novela Romántica. El Taller, que es on-line, tiene una duración de 3 meses, y será impartido por La Máquina China Editorial.

Este Taller de Escritura de Novela Romántica está diseñado para que conozcáis los recursos básicos que os permitirán crear una Novela Romántica siguiendo una metodología de trabajo óptima.

Es un trabajo de conocimiento, de planteamiento de tramas y subtramas, de búsqueda, de organización de materiales, de creación de situaciones, de utilización de las palabras adecuadas para expresar aquello que queremos mostrar, de desechar tópicos, de elegir el personaje apropiado en un espacio y en un tiempo escogidos para producir determinadas sensaciones en el lector.

Para realizar esta práctica, proponemos ejercicios de avance y textos modelos escogidos de escritoras de romántica conocidas que te ayudarán en tu recorrido personal.

PARA MÁS INFORMACIÓN, VAYAN A: http://www.lamaquinachina.com/

23 de abril de 2008 - Día Internacional del Libro

Hola:

Hoy, miércoles 23 de abril de 2008, es el Día Internacional del Libro. En The Heartmaker lo celebramos con gastos de envío gratis para todas las residentes en el territorio español, y descuentos del 10% de los gastos de envio para las clientes de fuera de España. Viva la lectura!

lunes, 7 de abril de 2008

Crítica de “A través del tiempo”

CRÍTICA DE “A TRAVÉS DEL TIEMPO”, DE PILAR CABERO

Por José de la Rosa

A través del tiempo, una novela viajera.

Ya antes de publicarse, su autora la había hecho pasar por las manos de Edith Zilli, magnífica traductora que tiene en su haber a autores como Ken Follett, Robin Cook o Stephen King, y a autoras que vienen al caso como Jude Deveraux, Diana Gabaldon o Johanna Lindsey. Edith la comentó y sugirió cambios que fueron incorporados a la obra. A mí me llegó en forma de manuscrito, casi de rebote, en un correo adjunto de Eva Jiménez, su actual editora, con una nota que decía: “échale un vistazo”.

Coincidió esta nota con uno de esos fines de semana en que hay tiempo para hacer cosas y uno puede enfrascarse en las que más le gustan, como leer fuera del trabajo (trabajo que, por cierto, consiste mayormente en leer).

La primera impresión del manuscrito tuvo forma de prejuicio: Autora española. Desconocida. Ambientación local. Time Travel (que no es mi subgénero preferido). 496 páginas. ¿Merecía la pena dedicar dos días a “echar un vistazo” a algo no muy prometedor?

El lunes siguiente la había releído dos veces, había anotado cada una de sus páginas con lánguidas sugerencias para la autora, y signos de exclamación, y así se la reenvié a Eva, adjunta a un mensaje que decía “¡¿Quién es la autora?! ¿Dónde la has encontrado? Si no la editas tú, déjame que la edite yo”.

Decía un colega tras 20 años de dedicación al mundo del libro, que solo se pueden corregir las buenas novelas, y ésta lo es. Yo no aporté mucho, lo confieso. Alguna cosa sobre la consistencia de los personajes y otras puntillas más sobre la trama, ya que soy yo puntilloso.

La novela empieza por un acontecimiento sin importancia que sucedió en 1700. Eso me gusta, porque personalmente intento retener en mi memoria aquellos sucesos perfectos que me pasan de vez en cuando para disfrutar con su recuerdo en los momentos bajos. Sin embargo la memoria (que no sé si es una desagradecida o forma parte de algún mecanismo de supervivencia), insiste en hacerme recordar aquellas cosas insignificantes, que no tuvieron importancia mientras sucedieron, pero que algún sexto sentido se atrevió a captar; como una sonrisa, un beso rápido, un paseo cualquiera a la salida del trabajo. Así empieza A través del tiempo, con un acontecimiento más en la vida de Diego Izaguirre, un capitán español en los albores del siglo XVIII.

Doscientos noventa y cuatro años más tarde, este simple hecho conecta emocionalmente a Marina con ese pasado desconocido y, como si el hallazgo tuviera el poder de obrar milagros, es un viejo confesionario de madera (de una iglesia de San Sebastián que habrá que ir a visitar y sentarse allí cuando el cura no vigile) el que hace de máquina del tiempo para transportar a Marina a ese momento justo, en el Siglo de las Luces, de la guerra de sucesión y del último de los Austria.

Lo que pasa a continuación no es nuevo. Lo encontramos ya en El gallardo español de Cervantes, y fue un recurso ampliamente utilizado en la ópera (Fidelio, Las bodas de Fígaro, El caballero de la rosa) y, por supuesto, en la novela romántica (Pecado y virtud, de Mary Jo Putney, El camino del amor, de Johanna Lindsey o La amante cautiva de Shirlee Busbee). Así que nuestra protagonista es confundida con un chico. Y aquí es donde Pilar Cabero tiene que luchar duro para no caer en estereotipos, buscar nuevas situaciones y hacer creíble esta confusión. Sobre la trama no cuento más, pero sí te advierto: al final hay una incógnita y no se resuelve como tú esperas. Lo dicho, no digo más.

Resaltaría dos puntos de A través del tiempo que me parecen significativos:

El primero: hace años, cuando salió publicada Alma, discutía yo con Bel Frances acerca de la nacionalidad de la novela romántica. Yo defendía la tesis de que era un género netamente anglosajón, independientemente de que el escritor o la escritora fuesen de Norteamérica, Argentina o España, pues tanto los personajes como las ambientaciones son, en su esencia, anglosajonas, porque no termino de acostumbrarme a que un protagonista se llame Diego o Marina, a que la acción transcurra en León o en Segovia, y a que esté llena de lugares comunes. Bel, por supuesto, como muchas de vosotras, no estaba de acuerdo conmigo, pero el tiempo y la nueva (y magnífica) hornada de escritoras románticas en español, tanto en papel como on line, no conseguían convencerme cuando localizaban en España. En A través del tiempo, es la primera vez que no me molesta; que es natural; que San Sebastián tiene la misma entidad que la Nueva Orleans de Lisa Keyplas o la isla de Saint Martin de Johanna Lindsey.

El segundo: la narración es potente y aguda. ¿A qué me refiero? A que hay una trama principal cohesionada con la trama romántica de la novela y, como debe ser en este género, todo tiene una explicación en función de los acontecimientos. Pilar Gabero nos hace conocer lo justo de un barco español del siglo XVIII para que no nos perdamos en su interior y sepamos navegar en él, lo mismo sabremos de la ciudad de La Concha, nada más que lo necesario, lo imprescindible. Igual hace con los personajes, que iremos conociendo por sus acciones más que por sus descripciones. A eso se llama oficio, y Pilar Gabero lo tiene.

En resumen, ¿Qué te vas a encontrar entre las páginas de A través del Tiempo? Para empezar una novela de aventuras sostenida sobre la percha de un Time Travel y envuelta en una buena historia de amor, creíble (aunque bastante increíble), sostenible y sólida. Un buen tono erótico que se desarrolla sin prejuicios con una ligera influencia de Keyplas. Unos personajes principales atractivos, y varios secundarios inolvidables (acuérdate de mí cuando conozcas a la tía canaria de Diego). Y, sobre todo, disfrute. A través del Tiempo es una novela disfrutable, a pesar de sus 496 páginas, de las cuales no sobra ninguna. No cansa.

Para terminar, una recomendación. Sí has decidido leerla, no lo hagas. Quiero decir, no lo hagas sin antes haber encontrado un par de días libres, sin demasiado trabajo fuera o dentro de casa, sin muchos amigos, pareja y niños pululando por alrededor. Uno de esos días que son solo para ti, porque una vez que empieces a leer… no vas a poder parar.

Por José de la Rosa

(http://www.lamaquinachina.com/)

En Sevilla, a 14 de febrero de 2008, Día de San Valentín.